Conducir con discos de freno desgastados significa conducir sin la seguridad de componentes críticos para evitar accidentes.

Aprender a detectar señales en su automóvil que advierten de problemas significa aprender a evitar situaciones desagradables mientras conduce. En el caso de los discos de freno desgastados, esto se vuelve crucial porque estamos hablando de uno de los elementos que forman el triángulo de seguridad en la conducción, pero ¿cómo saber cuándo es el momento de ir al taller y reemplazar algunos discos de freno? ?

4 signos de desgaste del disco de freno

La primera es volver a insistir en la importancia de controlar este tipo de averías en los coches. Los frenos rara vez fallan de repente, siempre preceden al fallo con una serie de señales que, si se interpretan correctamente, nos salvarán de entrar en pánico en la carretera o de una avería más grave.

Por otro lado, estamos hablando de situaciones que muchas veces son fácilmente predecibles con una adecuada planificación, y si seguimos las recomendaciones del manual del fabricante y nuestros propios mecánicos de confianza, nos dirán que los discos han sido accionados a aproximadamente 60.000 kilómetros

También es posible que los hábitos de manejo inusuales estén causando que el disco se deforme (se doble debido a los cambios de temperatura). Por ello, en Cantabria, uno de los motivos más habituales de sustitución de un disco de freno es esta flexión, que se produce en situaciones como cuando la lluvia se cuela en el disco al subir un puerto de montaña.

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Este cambio repentino de temperatura (a medida que el disco se calienta por el frenado continuo, se enfría al contacto con el agua) hace que se deforme unos milímetros, lo que hace que gradualmente se deforme por completo.

Señal #1: Vibración del pedal

Excepto en el caso de activación del ABS (en este momento, significa que el bloqueo de la rueda se libera correctamente y se puede realizar un frenado de emergencia), la vibración anormal del pedal es la manifestación de la deformación del disco de freno.

También puede ser causado por cojinetes desgastados o alineación incorrecta de las ruedas. En cualquier caso, la toma de nota de esta instrucción debe traducirse en una visita al taller lo antes posible.

Señal #2: chirridos agudos

Esta señal indica la presencia de partículas de polvo metálico, pequeñas piedras o incluso pastillas de mala calidad en la carretera, que crean este ruido desagradable al entrar en contacto con los discos de freno.

También podría ser la razón por la cual las pastillas de freno están llegando a su límite de desgaste, rozando contra las partes metálicas del disco, lo que desgasta el disco, causando daños irreparables que eventualmente requieren que se reemplace el disco.

Si el sonido es rítmico y se puede sentir incluso sin pisar el pedal del freno, se debe nuevamente a la deformación del disco de freno.

Señal #3: Potencia de frenado reducida

En condiciones normales de conducción, si los frenos no responden como deberían, esto puede ser la causa de un fenómeno conocido como desvanecimiento.

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El desvanecimiento es lo que se puede catalogar como conducción agresiva: los discos o pastillas de freno están por encima de su temperatura óptima debido al abuso, por lo que pierden agarre y capacidad de frenado.

Consejo 4: Aumente el recorrido del pedal

Si notamos que el coche frena correctamente, pero para ello tenemos que pisar a fondo el pedal del freno o recorrer una distancia mayor a la habitual, es un claro indicio de que las pastillas o discos de freno empiezan a desgastarse.

Aspectos a tener en cuenta cuando observe signos de desgaste del disco de freno

Cuando hablamos de indicadores, estamos hablando de señales de que algo anda mal con nuestro vehículo. En estos casos, conocer su posible causa nos puede ayudar, por ejemplo, en el caso de un desvanecimiento, a dar un descanso al vehículo para que el sistema de frenos regule su temperatura y retome su funcionamiento normal.

Sin embargo, el «autodiagnóstico» puede ser peligroso ya que la causa del fallo puede provenir de otros elementos o afectar a otros componentes, por lo que siempre debe acompañarse de concertar una visita al taller para comprobar que el problema es el correcto detectado y solucionado y nuestro vehículo puede volver a funcionar con normalidad.

Recuerda, ningún conductor puede permitirse un sistema de frenos en mal estado, por lo que ante cualquier duda, acude a un profesional.