La acción de frenado de un vehículo se divide en tres partes: la fase inicial, la fase intermedia y la fase final.
En este artículo no entraremos en detalle en todos los aspectos, como las diferencias entre pinzas flotantes y fijas, las pastillas de competición o los diferentes fluidos, sino que trataremos el tema en general, una primera introducción, como dice el título. Para tener una referencia de lo importante que es, piensa que todo coche necesita unos 10 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, a partir de ahí, añadiendo mucho dinero se puede reducir este tiempo, digamos que por unos 60 mil euros es posible encontrar reducirlo en 4 segundos. Es el tiempo que tardan los frenos del coche en detenerlo a 100 km/h en 10 segundos. El sistema de frenado puede definirse como un conjunto de componentes cuya función es reducir gradualmente la velocidad del vehículo convirtiendo la energía cinética del movimiento en calor gracias a la fricción creada en las pastillas o zapatas de freno, y mantener el vehículo parado una vez que se ha detenido.
En primer lugar, además del freno de estacionamiento, debe contar con un freno de servicio y un freno auxiliar en caso de avería, o bien la fuerza mínima de frenado que debe proporcionar viene determinada por la fuerza con la que se pisa el pedal del freno. Las curvas de frenado por sí solas llenarían más de un artículo, así que vamos a resumirlas. Existe una curva llamada curva de uniformidad, que da la máxima fuerza de frenado para los ejes delantero y trasero que puede tener un coche en todas las condiciones. Los fabricantes intentan que las curvas de frenado de sus coches se acerquen lo más posible a esta curva ideal, pero sin sobrepasarla, pues de lo contrario las ruedas se bloquearían y patinarían.
El problema es que este desplazamiento del peso hacia el eje delantero hace que la fuerza sobre el eje trasero disminuya al aumentar la adherencia. Por esta razón, se ha introducido el llamado limitador de frenado, que limita la fuerza sobre el eje trasero y permite un mayor aumento de la fuerza sobre el eje delantero en relación con la presión sobre el pedal de freno. Cuando el vehículo se mueve con carga, el peso del vehículo es mayor y estas curvas también cambian. Por eso, sobre todo en camiones o furgonetas, se utilizan los llamados compensadores de limitación, que consisten esencialmente en un sistema mecánico que mueve una palanca al bajar la amortiguación y limita la presión máxima en el eje trasero. El sistema de frenado de un vehículo puede dividirse en tres partes diferentes: las partes generadoras de presión, los conductos y los componentes de frenado. Así, al pisar el pedal de freno, la presión del fluido hidráulico es aumentada por la bomba, que transmite esta presión a los pistones de la pinza de freno a través de varios conductos, haciendo que las pastillas de freno rocen con el disco, generando calor y reduciendo la velocidad del vehículo.
Estos latiguillos, denominados líneas de freno, deben ser capaces de soportar la presión del líquido en su interior, por lo que suelen ser de metal o de caucho especial a base de neopreno y trenza de acero cuando se requiere mayor movilidad y flexibilidad, como en el caso de los latiguillos de freno.